Escribo cuando todavía estoy regresando de Bruselas con las ideas frescas y una cierta envidia de nuestros colegas del Norte, y no me refiero a la crisis económica, sino a sus relaciones con las cadenas de la Gran Distribución.
Me explico. Este jueves hemos discutido en la Confederación de Cooperativas de la UE, (COGECA), el documento elaborado por el Foro de Alto Nivel que pretende contribuir a mejorar las relaciones comerciales de la cadena agroalimentaria europea, conscientes de que existe un desequilibrio de fuerzas favorable, en la inmensa mayoría de los casos, a la Gran Distribución. Este Foro recibe el calificativo de “alto nivel” porque está liderado por varios comisarios europeos; Tajani (Industria y Empresa), Barnier (Mercado Interior y Servicios), Dalli (Salud y Consumo) y, finalmente Ciolos (Agricultura). Además, participan funcionarios de alto nivel de diversos Estados miembro y los representantes de la cadena agroalimentaria: agricultores y cooperativas, industria agroalimentaria y comercio. Pues bien, tras largos meses de debate llegaron a redactar un documento de 13 páginas donde el “compromiso” que proponen es la redacción de un .
Lo que más me ha sorprendido no es que llegasen a ese “compromiso” donde se describen una serie de actuaciones que deberán ser respetadas por las partes que voluntariamente lo hayan suscrito, sino la posición de mis colegas del Norte de la UE.
Por partes. Mi argumentación fue que si partimos de la existencia de un desequilibrio en la cadena agroalimentaria provocada por el abuso de poder de la Gran Distribución, un código de buenas prácticas de carácter voluntario no iba a servir para nada. Mi propuesta, en la línea de los trabajos realizados en España con OPAs, FIAB y Cooperativas Agro-alimentarias de España, consistía en la identificación y prohibición de las prácticas de abuso y el establecimiento de un Organismo Supervisor que actuase de oficio y con capacidad sancionadora. Este Organismo no necesitaría ninguna denuncia para actuar, entre otras cosas porque los proveedores nunca se han atrevido a denunciar a sus clientes ante el temor a perderlos, sino que actuaría por propia iniciativa. Mi posición fue apoyada de forma explícita por Italia y Portugal, e implícitamente se sumaron otras delegaciones de la “periferia” europea. Francia entendió mis argumentos, pero consideraba que el documento era un paso en la buena dirección y que podría recibir su apoyo.
Alemania expuso que el documento también podría recibir su apoyo, pero advirtió que no querían que se alterase la legislación existente en Alemania con la que se sentían cómodos. Pero me voy a detener en la posición danesa. Las cooperativas de este país consideran que no hay que hacer nada, el mercado debe actuar libremente y la Administración no debe inmiscuirse en las relaciones comerciales entre operadores. Argumentan que sus cooperativas bastante problema tienen con las Autoridades de Competencia que, a menudo, consideran que actúan en una posición de dominio porque controlan la práctica totalidad de la producción agroalimentaria danesa. Finalizan su argumentación recalcando que tienen unas buenas relaciones con sus clientes, por lo que no precisan ninguna supervisión de la Administración.
¿Qué tienen los daneses que nosotros no tenemos?. Apenas una docena de cooperativas que facturan 20.520 millones de € y agrupan la práctica totalidad de la producción agraria y la producción agroindustrial del país.
Finalmente, no ha habido acuerdo y el documento presentado por el Foro de Alto Nivel no ha sido aprobado por la COGECA (Confederación de Cooperativas de la UE), pero sigo pensando que para el reequilibrio de la cadena agroalimentaria no solo son necesarias leyes, sino políticas y estrategias que permitan concentrar la oferta e integrar la comercialización. Otros lo han hecho en su día y, por lo visto, les va bastante mejor que al resto.
El Consejo rector de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha mantenido esta mañana una reunión con la Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. Durante el encuentro se ha realizado un balance de la aplicación de la Ley de Integración Cooperativa, se ha analizado el futuro de la PAC, el acceso a nuevos mercados, y los seguros agrarios.
Respecto a la Ley de Integración, Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha destacado que hasta el momento se han reconocido 5 Entidades Asociativas Prioritarias, que agrupan a 244 cooperativas, más de 117.000 agricultores y que facturan más de 1.771 millones de €. La experiencia de estos dos años, ha matizado Villafranca, nos lleva a solicitar ahora la flexibilización de los criterios de reconocimiento para permitir la integración de cooperativas, que pese a tener dimensión y relevancia no alcanzan los requisitos establecidos para ser reconocidas como EAPs, especialmente las sectoriales.
En cuanto a la reforma de la PAC, Cooperativas Agro-alimentarias de España apoya una PAC sólida y adaptada a los retos del mercado, que fomente la concentración de la oferta en cooperativas u organizaciones de productores, OPs, para reequilibrar la cadena agroalimentaria y trasladar un mayor porcentaje del valor añadido a los productores. Tal y como ha señalado Ángel Villafranca, la nueva PAC debe continuar apoyando las inversiones que mejoren la competitividad, diseñar unos instrumentos de gestión de mercados públicos y privados para prevenir la volatilidad, y adaptar la interpretación de las normas de competencia a la realidad del sector agroalimentario.
Ángel Villafranca ha trasladado a la Ministra la necesidad de reflexionar sobre la figura de las OPs. Cooperativas Agro-alimentarias de España defiende unas OPs que permitan vertebrar el sector, concentrar efectivamente la oferta, comercializar los productos reforzando la posición de los productores en la cadena alimentaria, captar el mayor valor añadido posible, y a la vez, ayudar a mejorar la eficiencia productiva de los agricultores y ganaderos asociados.
Villafranca ha recordado durante la reunión que el 30% de la facturación de las cooperativas procede de las exportaciones, por ello es necesario que la UE actúe como una entidad única a la hora de abrir nuevos mercados. Asimismo, ha recordado que el MAPAMA debe defender en la UE la protección sanitaria ante posibles invasiones o infecciones causadas por los productos importados y que se cumpla en todos los casos la normativa comunitaria.
Otro de los puntos analizados con la Ministra ha sido el refuerzo del sistema nacional de seguros agrarios. Cooperativas Agro-alimentarias de España ha solicitado un incremento adecuado de esta partida dado que los beneficios y ahorros que genera justifican ampliamente la inversión pública.
En el consejo rector de Cooperativas Agro-alimentarias de España están los responsables de algunos de los sectores por lo que también se ha analizado la problemática de frutas y hortalizas, del sector vitivinícola o el lácteo, entre otros.